otro día en el blog

martes, junio 27, 2006

Hoy no dormí bien. Debo decirlo para comenzar a narrar el ajetreo de este día. Acercándome a los exámenes finales de este ciclo, mi primer ciclo de facultad, los trabajos escritos se acumulan y hoy se presentaba uno de muchos. Así que tuve que robarle horas a mi tiempo íntimo con la almohada para realizar mi labor estudiantil. Voy a recordar esto por cierto tiempo estoy seguro, porque lo estoy recordando ahora. Termodinámica, un curso del que no comprendí nada y sin embargo no me va tan mal, y del trabajo ni qué decir, hicimos una junta de dinero y pagamos para que alguien lo haga entre varios alumnos del curso. En este punto debo remontarme al día lunes. Habían pasado dos semanas y más días desde que nos delegaron la tarea, pero yo no había ni revisado de qué se trataba, confiado en que podría copiar todo el mismo día, pero paulatinamente caí en la cuenta de la carencia de noción por parte de mis compañeros. E iban saltando a la luz incoherencias en el mismo enunciado de la tarea. Desesperados como gente que está yendo a la perdición, optamos por buscar salidas en todos los caminos y formas posibles. En principio decidimos ampararnos en las academias de asesoría que pululan y circundan la universidad, la misión tuvo fallas y el precio fue alto y no se comprometieron a resolver toda la práctica, conclusión: había que buscar otra forma. A nuestras manos llegó el número de un asesor alumno de la universidad, y luego de efectuar otra vez el mismo procedimiento de inquisición con el susodicho salvador (de nuestras almas en el curso) resultó ser más barato y más completo que la opción anterior. Conclusión, lo contratamos. Todo ello un día antes de la presentación final del trabajo, aunque trabajo en sí no era sino práctica calificada para la casa (a veces creo que me paso de irresponsable, pero luego pienso bien y me doy cuenta que no, que ni tanto). Y fue así que llegué a mi casa en la noche de aquel estresante día (ni lo posteé por la cantidad de estrés que emanaba hacia mí) a mi casa, cansado y sin saber qué hacer, ya que siempre existe una cierta desconfianza sobre el trabajo ajeno; muy bien reza el dicho si quieres algo bien hecho hazlo tú mismo (o algo por el estilo). Y en mi desconcierto lo único que pude y que sé hacer muy bien fue sentarme frente a mi ordenador (mío: he dicho!) a pasar el rato y esperar que un milagro ocurra y el trabajo esté listo. Bueno ese milagro llegó bien entrada la madrugada y fue de la ayuda de mis compañeros de la que me valí para el desarrollo de tan pesada forja mental. Pero... esperé un poco más para hacer el esbozo final, en realidad esperé mucho, y terminé todo recién a las 3 de la madrugada de hoy, martes. Me acosté y ya no tenía sueño. Demasiadas cosas inenarrables por cuestiones físicas que no puedo apelar. (Este blog no pretende aunque involuntariamente puede convertirse en un Ulises). Lo malo de cada martes, es que debo levantarme a las 5 de la mañana, lo cuál mis amigos hábiles en matemáticas habrán notado me dejaba con 2 horas de tiempo para pretender descansar. Y bueno más vale algo que nada. Cómo les iba narrnado la causa de que los martes han sido los peores días de entre cada semana de todo este semestre que llega a su fin son las clases de 7 de la mañana de gestión de empresas. Odio al profesor que lo dicta. Por eso cada martes es un clavo más. Bueno me desperté una hora después de lo pactado, y decidí dedicar ese tiempo de la clase a terminar el trabajo. Llegado a la universidad, el resto de la historia que precede a la entrega final fue un intercambio brutal de respuestas de preguntas y un plagio multidireccional, todos copiando de todos en los pasillos del pabellón. Hoy me di cuenta que este tipo de copiaderas son las que unen a la gente. Para bien o para mal. Después de habernos copiado hasta el nombre de cada otro (en exageración para describir el excesivo parecido entre trabajo y trabajo) fuimos a presentar el trabajo final.Y ahí murió todo. Se concluye con el capíytulo de mi desvelo y mi estrés. Posterior a ello sólo queda decir que me quedé a una asesoría para el examen final de Resistencia de Materiales, y que a pesar de que no me dormí me dolía la cabeza, y creo que no me dormí porque teníamos el televisor encendido sintonizando el mundial (Brasil-Ghana que resultó en un 3-0 a favor de... Brasil obviamente) y bueno falté a una asamblea de delegados que era acabando la clase, ya no jalaba más. Postergué el trabajo de Ingeniería de plantas para miércoles y me largué a mi casa. Y bueno... me dediqué a descansar. Y yo sí que descanso. Cuento con personas que me alegran el rato y que saben quiénes son obviamente porque fueron las primeras en leer esto. No sería lo mismo sin todas ellas. bueno ahora supongo que tras tan grande descanso debo dormir un poco para mañana hacer el mencionado trabajo...

Bitácora de un estudiante.

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