bitácora del estudiante

viernes, junio 30, 2006

"A quién se puede ver en tanta oscuridad, cuando la luz se va y las sombras cubren de un velo negro los rostros de la gente, y parece develar la oscura cara del mundo, de ti y de mí. Es más fácil ser uno mismo cuando nadie te ve, y es más fácil huir del mundo en las sombras. Amo la noche y huyo de las luces de ciudad, arruinan el encanto del mundo bajo sombras, quitan lo surreal del entorno tácito, la imaginación muere cuando puedes ver lo que hay delante de ti, mas la oscuridad te da nuevas visiones, distorsionadas talvez pero que abren un nuevo mundo que camina hacia ti, y que a veces deja cicatriz, algunas sombras ya no se van cuando cae el sol, permanecen sobre ti, y te marcan, como un hombre... como un hombre de sombras."

A pesar de lo tarde que me acosté la víspera hoy estaba despierto antes del sonido de mi alarma. Creo que era la ansiedad, la desesperación también de verme en el día de la verdad. Estuve de pie dos minutos antes del sonido de la alarma, no tenía caso seguir escondiéndome bajo las cobijas de mi lecho. A pesar de que estaba conciente, aún no estaba despierto. El agua fría para bañarme me despertó del todo, y ahí fue cuando se me cortó la respiración y se congeló la sangre en todo el cuerpo, ahí me di cuenta que era el día de la verdad, la entrega del trabajo final de distribución de plantas, y no había hecho nada! Aunque narro todo como si hubiera sido un pensamiento instantáneo, la verdadera sucesión sicosomática en mi mente es una cadena multitemática, para llegar hasta el momento de la verdad tuve que haber pasado por pensamientos que se encadenaron a otros y me condujeron hacia el destino final. Y así todo sucedió un poco más lento de lo que parece, pero al fin pasó. Salí del cuarto de baño, siempre ya con el estrés en la mente y en todo mi yo, hacia mi jaula o más bien dicho mi cuarto. Mientras buscaba trapos con qué cubrir mi cuerpo, y de paso me abrigaran en estos días grises tan llenos de frío, pensaba en la manera de salirme airoso en esta odisea del trabajo. Posterior a esto descendí a tomar desayuno, la verdad no recuerdo que cosas ingerí por estar absorto y preocupado. Sólo me hallé en el auto con toda la familia que a esa hora partimos cada cual a un destino separado del resto, y aún así viajamos todos juntos. Sucedieron varias cosas que alargaron el viaje, y que no vale la pena escribir aquí porque me da furia el sólo recordarlas. Llegué 5 minutos antes de la hora pactada con mis compañeros, y ahí comenzó el periodo de sentarse frente al ordenador a hacer el dichoso trabajo. Todos los demás tenían exámenes el fin de semana al que ya estábamos entrando, yo era el único que quedaría para concluir por completo el trabajo. Y así fue, me quedé solo frente a un ordenador todo el día, de 9 am a 3 pm, y con suerte logré imprimirlo y anillarlo a la hora requerida. Y ahí terminó el día, o al menos esa parte del día. Felizmente mi super papá me ayudó con mucho, transporte y recursos. Fuimos en el auto a la iglesia (la iglesia es un concepto tan grande que... explicaré de ello en un post prontamente) y yo que no había probado bocado en toda la tarde me dispuse a almorzar. Había trucha a la carta, y lo recordé por el simple hecho de que no como trucha muy a menudo, y menos a la carta. Después de calmar al hambre, fui a casa de Emma & Karla, había quedado con Melissa en vernos y pensé utilizar aquél espacio como punto de encuentro. Emma estaba haciendo un trabajo parecido al que desdichadamente tuve que hacer yo, y Karla estaba estudiando matemática financiera (cosas de administradores). Melissa no tardó mucho en llegar y fue un momento grato estar muchos juntos. Pero el cansancio me venció, y aproveché que Emma salía al trabajo para escaparme a mi hábitat de regreso. Estando en el colectivo camino a casa, recibí un mensaje de Karla: olvidé mi calculadora en su casa. Ya en la mañana había olvidado mi carné universitario en el auto. Creo que heredé el arte de olvidarme cosas de mi madre, oficialmente. Y bueno el mensaje también mencionaba la discusión que tuvimos en casa de Karla, sobre las cosas del amor y hombres y mujeres, tristezas y depresiones, y cristiandad y fariseísmo. De todo esto no coincidimos en nada, y me fui en pleno debate cosa que se tomó como una huída. Karla me pidió perdón pero en realidad no me había herido ella, sólo creo que huí porque quería estar solo o quería descansar. Y bueno espero hablar con Karla pronto, y si Karla lee esto quiero que sepa que no importa lo mucho que discutimos, el sólo oírla hablándome me hace feliz, y el sólo estar cerca a ella me alegra. Pero luego caa cual busca de nuevo su propia identidad, muchas veces a solas. Cuando llegué a casa no hice más que sentarme a lo que más me gusta hacer: conversar con todo el mundo, con todo el mundo que quiera conversar. Mañana será un nuevo día, y traerá consigo nuevos ajetreos, que por ahora no conozco, y que sabré mañana mismo, cuando despierte y mis neuronas encadenen el camino hacia la claridad y con el duchazo frío de siempre me quede sin aire otra vez y de nuevo se congele la sangre de mis venas, y comiencen de nuevo los estreses y las penas...

Bitácora de un estudiante.

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