el carnaval terminó

Cuando era niño tuve una experiencia inolvidable. Tenía tan sólo 6 años pero lo recuerdo siempre, como algo vívido. Un recuerdo maravilloso, de esos que te hacen sonreír con tan sólo pensar en ellos. De esos recuerdos que marcan tu vida y te hacen imaginar cosas y te dejan con la intriga por el resto de tu vida.
El Carnavalón. Aquel muñeco gigante que atravesaba la ciudad de Iquitos durante el carnaval. Siempre estará en mi memoria su expresiva cara mirando a todos con malicia desde lo alto, inalcanzable. Acechando con su mirada hacia abajo, a nosotros. y todos huyendo de él, demostrando miedo colectivo. La algarabía era unida. Y la vaca loca delante de Carnavalón. Una vaca de madera perfectamente tallada, arrastrada por el camino con ruedas, cual caballo de troya sin estar hueca.
La gente atacándose con el éter en spray. Las manchas volátiles que hacían del carnaval una fiesta subreal. Como algo esotérico. Algo que ya nunca más se verá en Iquitos porque los tiempos han cambiado.

Ahora ya no sale Carnavalón. Y el éter fue declarado una droga y prohibido por la ley. La vaca loca yace en aquel alamacén de tallados de madera. Junto con ángeles y carrozas talladas. Demonios tan horribles y reales que son cubiertos con sábanas, para que niños como yo no los vieran. Pero los ví. Yo entré al almacén. La jungla de madera. Leones tallados rugientes y estáticos me robaron un grito mudo. La impresión grabó aquel alamacén hasta hoy. Y cierro los ojos para poder volver a aquel momento. Mirando cosas que jamás había visto, y jamás vi. Sólo allí en la jungla de madera. Yo tan pequeño y los leones tan grandes. Yo tan desapercibido junto a aquellos ángeles imponenetes. Yo tan inocente junto a esos demonios tan feroces. Aquel almacén antiguo. Con la cúpula y la campana justo sobre mí. Y poder subir corriendo por las escaleras de madera, hasta el campanario y ver la ciudad. Oh tiempos aquellos que ya no volverán. Ya no podremos ver a Carnavalón. Ya no habrá recuerdos así para los otros niños. Soy afortunado, tuve la felicidad y ala vez la tristeza de haber visto a Carnavalón. Adiós Carnavalón, te llevo en mis recuerdos. Voy a volver a soñar con el almacén, talvez allí te encuentre guardado.

Universe Lover
- dzargok -