hay doctores que matan

Si me duele la barriga un día de éstos, sé que tendré que ir al doctor. No de consulta... eso jamás ha funcionado para mí. Verán, siempre que he ido al doctor ha sido de emergencia. Es que así funciona aquí. Si no estás emergentemente fregado, no te atienden. Los doctores ya no salvan vidas nunca más.
Me levanto un lunes con dolor de estómago o al menos eso pienso yo. Me punza dentro. Siento que ya no soy tan macho para aguantar tal dolor y me voy al médico. Particular, claro está, porque en el seguro haría cola sólo para esperar mi muerte, por impaciencia y por lo que traigo.
El doctor me ve y me dice que es apendicitis y que hay que operar. Inmediatamente, si no quiero morir. Entonces hay que firmar los papeles. Uno menciona que debo correr con todos los gastos de la operación. Firmo nomás, ya no hay de otra para salir de allí vivo.
Entonces me dice que iremos al quirófano de emergencia. Quirófano es donde te sedan, te drogan, te ven desnudo, te cortan, usan las máscaras para que tus familiares no los reconozcan y los guantes para no dejar huellas. Se demoran lo que aguante tu cuerpo. Si tú puedes estar abierto 6 horas se demoran 6 horas. Ellos cobran por hora, ¿Sabías eso no? Los particulares no tienen un sueldo, se autosueldan por hora, y tienen una alta autoestima para sus servicios que yo no comparto en lo absoluto.
Entonces me cierran finalmente, después de hacer larga la espera a los demás que aún no saben si viviré o moriré. Porque nunca se sabe. Créanme, lo digo por experiencia. Y yo debo reposar ahora dentro de la clínica 1 semana en observación. Vacaciones pagadas. Bien pagadas porque un cuarto en la clínica no es gratis, y las pago yo. Así que ya sin mi órgano me acuesto en una cama blanca, en un cuarto blanco con luces blancas. Una enfermera me atiende, ella no es blanca pero se pone ropa blanca para aparentar supongo, y no perder la uniformidad y así poder mimetizarse.
Pero he ahí el dilema. ¿Habrá sido mi apéndice? O este alivio que siento es un efecto placebo de tantos... Talvez no era mi apéndice y eran gases. Las palabras convincentes del doctor de que iba a morir dolorosamente en agonía si no me operaba ahora me sonaban a tragedia griega con mal fin. Y vaya que dudo que este sea un buen fin. Dada la duda. Otra intriga que tú nunca resolverás.
Ya es un poco tarde para estudiar medicina.
He ahí la pesadilla. Han operado de apéndice a mi hermana hace tiempo ya. Yo no quiero que me corten nunca. No quiero regalarles dinero a esos doctores que matan. Tan sólo es una pesadilla así que aún no he de morir dolorosamente en agonía.
Y qué sucede si me enfermo de algo que obviamente no tiene nada que ver con una operación. Como por ejemplo un resfriado. El doctor me receta un medicamento. Por ejemplo un jarabe. Este jarabe es carísimo. Lo tomas y nunca te curas, y encima te friega los riñones por su alto contenido mineral. Entonces el doctor que mata gente podrá tenerte de nuevo en su consultorio. Podrá hacer más negocios contigo. Porque mientras más caro el medicamento y más inservible es, más le pagan a él por recomendarlo. Porque la comisión es más alta. Ahora los doctores ya no salvan vidas. Se han vuelto vampiros chupa sangre y nada más. Sólo salvan tu dinero antes que te mueras.
Así que lo que es yo, he preferido evitar el ir al médico, aunque todavía creo que hay buenos médicos (familiares o amigos íntimos, gracias a Dios que en ellos sí confío). Prefiero comer saludablemente, hacer ejercicio, nutrirme con lo importante.
Ahora tomo herbalife y ya no me hago partícipe de banquetes golosos (no sé si se entiende este adjetivo de la forma en que yo quiero, recuerden que goloso viene de gula) o gulosos. Sé que la comida fue un gran placer para mí. Pero mi metabolismo está cambiando. Ya no debo comer más por placer, ahora debo comer sólo para sobrevivir. La gordura mata.
Y si nutro bien mi cuerpo, cuando llegue la enfermedad la venceré yo solo con la ayuda de mis milagritos de la naturaleza, mis anticuerpos. Porque hay doctores que matan... y matan bien.
Tampoco ustedes sean negocio para esos médicos. Cuiden su cuerpo de la mejor manera que puedan, no quiero que acaben sin apéndice o sin algo más, lo cuál sería terriblemente peor.
Saludos a todos, espero recibir sus comentarios relatándome experiencias vuestras con doctores. De preferencia esos doctores que matan gente...

PD: Se viene la de los dentistas... perdón, odontólogos.