lo que era el chifa antes

Antes pues... cuando tú querías comerte un buen chifa no podías quedarte en san miguel o en miraflores. Antes no era así. Hablo de un antes de hace mucho tiempo para muchos de nosotros. Pero que me parece un antes más artístico y subreal. Un antes de los años 60. Cuando para comer un chifa te ibas a la Calle Capón.
Todo el mundo comía chifa en la Calle Capón. Y yo fui a la Calle Capón cuando era niño también. Por ese tiempo todavía era el sitio del chifa pero en ninguna manera ya como antes.
Antes pues estaban el Kuon Tong, el San Joi Lao, el Ton Pow, el Tom Kin Sen. Y los chifas no eran como son ahora.
El Khon Tong era un chifa de mil metros cuadrados. En un salón amplio. Al centro se hallaba una fuente o pileta, como gusten llamarlo. Así de grande era este chifa. En la pileta los chinos criaban camarones rojos, ya que vale decir que Kuon Tong significa Camarón Rojo.
Así de espectaculares eran. Y no podían faltar esos acuarios gigantes con peces de tantos colores que no habían lápices de colores suficientes en mi casa para poderlos dibujar.
Ir al chifa era caminar por la tienda de los bonsái o árboles enanos, que se adornaban aún más con diminutas personas y casas alrededor del árbol, creo que por ese entonces yo pensaba que aquello era magia. Yo era tan diminuto que quería un bonsái para mí, porque los árboles allá afuera en el mundo eran muy altos y muy sucios también. Y aquellos bonsáis iban más de acuerdo conmigo.
Así pues cuando tú ibas a tu mesa en un chifa antes cerrabas la cortina o el biombo. Yo llegué a estar una sola vez en un chifa de ese estilo, nuestra mesa familiar esta entre 4 biombos con dibujos de caracteres orientales, ideales para que los niños dejen de comer. Aunque en ese tiempo yo ya no me consideraba niño. Creo que lo dejé de ser a temprana edad. Y comía y observaba al mismo tiempo, eso es eficiencia. Ahora ya no hay chifas así. Ahora tú compartes el salón y la conversación de todo el mundo. Puedes oír a dos señoras conversar sobre las vidas de sus hijos que ya son grandes. O puedes escuchar a los señores mayores hablando del fútbol, política, religión y todos esos temas que hacen que la gente termine en conflicto, y para colmo, de épocas pasadas. Así es ahora comer en un chifa.
Gracias al que inventó el reproductor de audio portátil personal, para escuchar a Soda Stéreo en vez de cualquier cosa... supongo que mi reproductor reemplazó al lindo biombo con dibujitos de chinitos y arbolitos de antaño.
Antes pues el chifa era para todo el Perú. Tanto para ricos como para súper pobres. Imagínense la variedad que había para elegir: Chifa propiamente, Langoy de primera clase, Langoy de segunda clase y Langoy de tercera clase. Langoy es el término con que se bautizó al producto de mezclar las sobras de los clientes propiamente para revenderlas a las categorías más bajas de consumidores.
Así que tú podías pedir un sol de Langoy de primera clase y comer bien. Al menos si estabas en una condición paupérrima.
Ahora el Langoy ya no existe. El chifa se elitizó. Las sobras se venden a los que crían chanchos y de paso venden el chancho a los chifas, todo es negocio en escala mayor. Y cuando el chifa se elitizó, creo que aparecieron las polladas, pero eso es otra historia e irá en otra entrada del blog.
La principal causa de la caída del chifa antiguo de la Calle Capón fue la invasión de tantos ambulantes en el centro de Lima, y también notar que los locales tan grandes eran alquilados. Nunca los chinos decidieron comprar sus propios locales. La razón no la sé. Y con el tiempo la renta a pagar fue incrementándose. Así que en algún momento de la historia allá por los años 70, se cerraron los últimos chifas antiguos de la Calle Capón. Lo que es Lau Chun hoy fue un chifa inmenso antes, un museo de la comida oriental peruana.
Pero el chifa como antes... ya no hay.

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-dzargok-
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-Mahatma Gandhi- (frase del mes)