flotando un lunes

lunes, octubre 22, 2007

Sé que aunque yo escriba mil fantasías y mil ilusiones jamás estaré relatando mi propia historia. Y me he propuesto relatar mi propia historia. Ayer intenté terminar un trabaajo que ahora me dispongo terminar y esta vez sí lo haré, no creo que me tome tanto esfuerzo como ayer, anoche. Estuve tipeando hasta las 4 a.m. y no quería dejar de hacerlo pero me di cuenta que si dormía un poco el día vendría mejor y no me sentiría frustrado de no acabar por falta de tiempo. Bueno igual me sentí frustrado, en fin.
Así que durmiendo sólo 2 horas y algo más sonó mi despertador. Tuvo que sonar 15 veces más (significó un retraso de media hora) para que yo saliera de mi cama y el susto de llegar tarde a las clases de Estadística (Es Aplicada, es muuuuucho más level que cualquier otra estadística en cualquier parte del universo) porque el profesor no deja entrar si no eres puntual. Entre otras cosas que nos enseña exige que seamos practicantes de los principios de un buen ingeniero. Y el ingeniero nunca llega tarde. Y es con todo ese pensamiento que salgo corriendo en bata hacia la ducha. Y me baño sin importar el frío que moja mi cuerpo. Ya no me ha importado el frío desde hace muchos años, casi desde que tengo memoria. Me pruebo a mí mismo mi fortaleza bañándome con agua fría a las 6 a.m. cuando siempre hace frío y la flojera de salir de la cama es el doble por lo calientito de ésta.
Y salgo corriendo de nuevo con la bata como capa voladora a vestirme, y ya no hay tiempo para desayuno ni nada de eso. Sólo sé que debo estar caminando hacia el paradero. Y mi carro pasa lleno. Y sé que ya no pasará hasta dentro de otros cinco minutos. Es hora de tomar el Plan B. El Plan B es más costoso (el ingeniero siempre evalúa costos) pero es más eficiente (el ingeniero prefiere la eficiencia, siempre y cuando se pueda dar el lujo de ésta). Entonces tomo un carro que no me lleva a mi universidad pero que me acerca y va más rápido, y luego tomo otro carro que sí va a la universidad y llegué en tiempo récord de media hora. Bueno ya no había desayuno que tomar en ese espacio del espacio-tiempo. Pero avancé con la lectura de Los Hijos de Húrin, Tolkien te puede hacer pasar media hora en medio minuto, tanto poder tiene.
La clase de Véliz estuvo divertida, o al menos así de divertido ando yo con la clase porque el parcial lo pusieron al alcance de todos. Sigo feliz porque el sol ha salido a darme un abrazo caluroso. Las hojas verdes en los jardines están más verdes que nunca. Cuando camino siento que voy por el campo y eso me hace pensar cosas que no son reales. Y bueno aún no es la hora del almuerzo así que me dirijo a Biblioteca Central. Elijo para hoy ver El Ilusionista. No la había querido ver antes porque curiosamente en mi retorno a Lima de USA me pusieron la misma película en el avión. Y yo tuve un prejuicio que no me dejó verla. Ya no recuerdo cuál fue, si Paul Giamati o Edward Norton, pero uno de esos prejuicios fue. La película fue muy buena, otra vez me recordó a mí, y lamento sonar egoísta, o egocentrista, pero es que cuando uno permanece alejado de todos, o al menos pasa una mañana a solas no tiene tanto para escoger. El romance me gustó. La magia también. La trama mucho más. Y el desenlace es el mejor desenlace desde ya hace mucho tiempo no había visto en ninguna parte. Y con la felicidad de los personajes salí otra vez y me dispuse a ir en busca de Almuerzo.
Tenía ya una invitación para almorzar. Resulta que hay una familia amiga de la mía en las inmediaciones aledañas a mi universidad. Y estoy haciendo amistad con el hijo para que ingrese a Católica (de esas amistades en las que tú le ayudas al mozo a prepararse bien y no fallar en el intento) y pues la madre en agradecimiento me invitó a que almuerce siempre en su casa, y la palabra siempre para mí es muy bonita. Sobre todo cuando de comida se habla. Entonces fui y la pasé bien. Conversando de todo y de mucho. Hasta rememorar mi estadía en Cusco, porque tiene familia allá y conocemos a las mismas personas. Fue algo como inesperado y feliz otra vez.
Luego regresé a sentarme en un aula. Clases de nuevo. Al fin pasaron las dos horas y pude salir otra vez. Recordé que tenía que recoger una carta de convenio de Práctica Preprofesional para comenzar a practicar el 1 del próximo mes (ya estamos muy cerca) y fui hacia allá. La recogí y por alguna cosa del destino llamé a Petete. Petete es quien trabaja conmigo y la Doctora. Y Petete me dijo que le diera la carta. Increíble, ya no tendré que cruzar toda Lima. Lo hará él.
Y es así como resuelto ya todo en el día, excepto el terminar este trabajo del cual les hablé en un inicio me hizo retornar a mi casa. Y me dije he de dormir antes de trabajar. Y he dormido ya. Ahora debo retomarlo hasta terminarlo. Y hoy sí lo haré.
Ánimos a los que tienen este tipo de cosas en stand by, también lo pueden hacer!

Universe Lover
-dzargok- "Ama cuando menos se merezca, porque es cuando más se necesita" R. L. Stevenson (frase del mes)

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